Los alimentos son básicos para el mantenimiento del ser humano y deben ser respetados, evitando la utilización superflua de éllos y el despilfarro.
Los profesionales de la alimentación , deben evitar la destrucción de alimentos como medida de presión social, económica o política en cualquier litigio internacional que se produzca.
Las empresas del sector alimentario, deben ofrecer sus excedentes o sus productos no comercializables, por tener defectos de calidad comercial, pero aptos para el consumo, a organizaciones de ayudas al necesitado
Los organismos oficiales deben favorecer la canalización gratuita de excedentes alimentarios almacenados en sus dependencias o en empresas agroalimentarias hacia los sectores más necesitados de la población prestando colaboración administrativa y asesoramiento técnico
La ayuda alimentaria a los mas necesitados de nuestro entorno, puede efctuarse entregando alimentos y eventualmete mediante aportaciones económicas
Tirar sobras de comidas a la basura, usar comidas para hacer gags en anuncios de televisión y películas, organizar fiestas tirándose alimentos, etc., es una falta de respeto a la humanidad
El Banco de Alimentos, no envía los alimentos al tercer Mundo, sino que los suministra a las entidades benéficas reconocidas; lo que permite asegurar el destino final correcto de los productos entregados
Periódicamente, el BANCO DE ALIMENTOS realiza colectas en colegios y grandes superficies, con el objetivo fundamental de invitar a toda persona a ser solidario
La frecuencia de intercambio de alimentos entre los Bancos, motiva a la Federación Española a realizar actuaciones conjuntas que sirven de estímulo para tratar de ser cada día mas eficaces
La frase de la Madre Teresa de Calcuta, que desde nuestro comienzo en junio del 1994, encabeza nuestra Memoria Anual nos sirve de guía para tratar de mejorar día a día; «No me escandaliza que haya pobres y ricos, lo que escandaliza es el despilfarro»